Podrás proteger tu invento con una patente siempre y cuando cumpla con las tres características siguientes, que el invento:
- Sea nuevo en el mundo. A esta característica se le conoce como “novedad”.
- Ofrezca una solución única a una necesidad humana; es decir, resuelve un problema técnico que cualquier experto en la materia no podría solucionar fácilmente. Esta cualidad se denomina “actividad inventiva”.
- Se pueda explotar comercialmente en alguna rama de la actividad económica; esto es, que tenga “aplicación industrial”.






